Segunda carta.
No permita que el miedo a la dificultad lo paralice.
Es común que las situaciones difíciles nos provoquen miedo.
Sujeto que teme + situación que provoca el temor = inseguridad.
Lo que sugiere Freire es no negar el miedo, sino superarlo, comenzando por:
•Revisar con objetividad las razones que lo provocan
•Comparar las dificultades con nuestras probabilidades de éxito.
•Decidir si es posible posponer su encuentro…
Freire aterriza su pensar en una situación concreta: tener temor a no entender un texto.
¿Qué hacer?
• Entender si nuestra capacidad de respuesta está a la altura (comprensión del texto), o si es mayor o menor…si es menor, se debe partir de insumos previos como:
•Leer por un texto afín, pero de menor dificultad
•Buscar ayuda en otros, no solo el profesor o profesora
•Utilizar recursos de apoyo.
•No retroceder ante el primer obstáculo que enfrentamos y poner atención a estas amenazas:
•No usar recursos de apoyo, creer que aprendemos sin ponerlo en duda, dejar volar la imaginación mientras se lee, avergonzarnos por no entender…
•El texto media el encuentro entre lector y autor, pero la comprensión crítica del texto no es estática, se construye y reescribe…y eso no es un problema, porque:
“El sueño legítimo del escritor es ser leído, discutido, criticado, mejorado y reinventado por sus lectores.
•Finalmente, cuando el lector se apropia de la inteligencia del texto, se transforma en coautor de esa inteligencia.
•Por ello, en las escuelas se debe evitar formar lectores pasivos… en cambio debemos estimular su curiosidad y desafiar su inteligencia hacia el apasionante acto de leer.
(Una posibilidad, aún no explotada en el aula es invitar a escritores a explicar el proceso de construcción de sus textos)
“Estudiar en un quehacer exigente, en cuyo proceso se da una sucesión de dolor y placer”
•Enfrentar temores con responsabilidad lleva a construir la mejor disciplina….no la que se le impone.
