Conforme acumulo años en esta profesión me convenzo cada vez más de la importancia de capacitar y fortalecer el liderazgo académico de los directores escolares como estrategia imprescindible para la mejora del sistema educativo. Así que ahora que para esta cuarta sesión de CTE y taller intensivo de formación continua para docentes, se retoma la publicación de un material específico para supervisores y directores (tal como sucedió para el trabajo del día 3 de enero, previo al encuentro de cada director con su colectivo los días 4 y 5 de enero), lo aplaudo sinceramente.
Pienso que los supervisores, asesores técnico pedagógicos y sobre todo los directores escolares, dada la relevancia de su papel determinante por ser los primeros asesores, deben contar con espacios para reflexionar entre pares acerca de muchas cuestiones que enfrentan cotidianamente. Y si bien es cierto que eso puede ocurrir en cada reunión que tienen en la preparación de los Consejos Técnicos Escolares (es decir, los Consejos Técnicos de Zona), hay más posibilidades de que eso pase si explícitamente se les presentan cuestiones para reflexionar. Para muestra lo que los directores debieron reflexionar en estas sesiones en cuanto al tema de Reconocer las concepciones pedagógicas que orientan la práctica directiva cotidiana, que se incluyó en el material dirigido a ellos. Con ello se les invitó a reflexionar sobre una práctica de acompañamiento pedagógico que hayan realizado recientemente con las y los docentes o colectivos escolares, el sentido que dan a esa práctica y claro, que lo comentaran en colectivo….ello abre una pauta para que se recuerde que el trabajo académico y su papel de acompañamiento a sus docentes, su colectivo, debe recuperar un lugar preeminente en su quehacer diario, antes que lo administrativo. Es obvio que todo esto forma parte de un intento por repensar la función directiva (de hecho lo dicen esos materiales, dando crédito al invualuable trabajo de MEJOREDU…aunque quizá falte enfatizarlo) y posicionarles como líderes académicos que en verdad ayuden a instaurar el plan de estudios 2022 con todo, todo, lo que implica.
Sé que es una actividad que requiere visión de parte de quien acompaña a los directores (equipo de supervisión) y que al igual que lo demás necesita tiempo para afianzarse, pero ya era hora de que se empezara a dar un espacio para ello. De mi parte disfruto en serio de escuchar a los directores que cuestionan, que infieren, que proponen e incluso que muestran aquello que debe reorientarse de parte de las autoridades educativas, porque cuando lo hacen entiendo que se echa a andar una especie de mecanismo de reflexión que luego continúa en las sesiones de CTE con los docentes y que ellos (directores) llegan con una ventaja que les permite tener seguridad y promover lo mismo ante quienes les escuchan, con todos los aparentes «riesgos» que ello implica, porque de esas discusiones surgen nuevas posibilidades, todo se problematiza, esa es la verdadera autonomía profesional que el nuevo plan promueve.
Deseo que los temas exclusivos para los directores en lo que resta de este año lectivo 2023-2024, sean materia de análisis y debate y que generen diálogos entre iguales, acciones hacia sus colectivos y, en consecuencia, lo que jamás debe perderse de vista: una mejor educación.
Éxito para los directores, éxito para los docentes Y ÉXITO para niños, niñas y adolescentes mexicanos
