La semana pasada tuve la fortuna de ver el documental «𝗘𝗹 𝗦𝗲𝗺𝗯𝗿𝗮𝗱𝗼𝗿” (de la cineasta Melissa Elizondo Moreno) donde pudimos conocer el trabajo cotidiano del maestro chiapaneco Bartolomé Vázquez, junto a sus alumnos de una escuela multigrado, unitaria. El video me encantó y me pareció, como dijo un amigo presente en la proyección, «Una caricia al alma»…
Al final del documental (proyectado en el auditorio de la BENV) pudimos escuchar unas palabras en voz del propio protagonista, el maestro Bartolomé…donde a partir de la misma naturalidad con que es visto en su escuela nos dejó unas reflexiones que hoy quiero compartir con ustedes:
¿Qué se debe priorizar en las escuelas?
¿Estamos atendiendo, «sanando» no solo a los alumnos, sino a los docentes?
¿Qué papel debe ocupar el sentido del juego en la escuela?
¿Todos podemos ir a trabajar a una escuela rural?
¿Cómo acompañar la formación de los niños?
¿Qué papel juega la escuela en la construcción de sueños para los estudiantes?
Si no han visto el documental los invito a que en una oportunidad lo hagan (yo lo encontré en Filminlatino)…
