Este mes de noviembre han ocurrido una serie de sucesos que me ponen muy contento y me hacen comprobar que hay jóvenes nayaritas que de a poco labran su camino en la literatura. En este posteo quiero escribir específicamente sobre tres de ellos, ateniéndome al orden cronológico en que ocurrieron dichos sucesos.
Sobre Víctor Andrés Parra Avellaneda
El primero sucedió el día 13 de noviembre, día en que Víctor Andrés Parra Avellaneda (1998), recibió el primer lugar del premio convocado por el Fondo Editorial de la Universidad de Sonora, en la categoría de novela de ciencia ficción, con su obra Cuando las nubes salen a cazar, misma que en breve sería editada y publicada por el mismo Fondo editorial.
En palabras del autor, “el premio implica una valorización de mi trabajo en la ciencia ficción, por el tiempo que he estado escribiendo sobre este género. Implica el reconocimiento en el trabajo que uno hace… es decir, que lo que uno escribe llega ya a causar un efecto y no pasa desapercibido, que es algo que suele ocurrir cuando se inicia en el mundo de la literatura, más porque uno aprende de técnicas y va descubriendo lo que le gusta escribir; lo que algunos llaman voz o el estilo…Es un motivador para seguir escribiendo, desafiarse a uno mismo para encontrar nuevos panoramas en la escritura”.
Además de lo dicho por Víctor, quien antes publicó Más allá del horizonte final, debo decir que al charlar con él he encontrando a un joven atento y con deseos de que se conozcan más autores de la entidad y la región, así como de trabajar para que la literatura se difunda más allá de lo que se produce en la Ciudad de México. Pero lo que más me agrada es que esté completamente enfocado en continuar su andar y que ahora esté pensando en trasladar su interés a otro tipo de escritos, esta vez con cuentos, enfocados en la ficción climática… “algunos ya han salido a la luz, así que lo que viene a futuro será seleccionar los textos que más me gusten o los que encuentre de mayor valor, para juntarlos en un hipotético y muy posible nuevo libro de cuentos”. Excelente.
Sobre Luis Ramón Ventura Arce
Por su parte, el día 20 de noviembre, el autor Luis Ventura (1993) obtuvo el primer lugar en el premio de poesía Guillermo Llanos Delgado, convocado por el Gobierno de Acaponeta, a través de la Casa de la Cultura Alí Chumacero. Ello en la celebración del 50 aniversario del Festival Cultural de Nayarit en Acaponeta. El poema con el que se premió a Luis se titula Eso que suena son lamentos.
A propósito del premio obtenido, Luis Ventura comparte las siguientes palabras: “Me llena de orgullo y me hace sentir muy honrado el recibir este reconocimiento, pues tengo un profundo aprecio por Acaponeta: Alí Chumacero nació aquí y ha sido una importante influencia en mi poesía; una lectura casi obligada para quienes somos nayaritas, pero a la que sigo acudiendo con sumo placer. Además, que este premio lleve el nombre de Guillermo Llanos Delgado, poeta oriundo también de esta ciudad y quien fuera el primer ganador del Premio Estatal de Poesía Trapichillo, un gran poeta que ocupa ya un lugar importante en la historia de nuestra literatura, eso me hace sentir todavía más contento y agradecido.»
En el caso de Luis, a quien tengo el gusto de conocer desde el 2023, quien se desempeña actualmente como encargado del Programa Fomento a la Lectura y Literatura del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Nayarit, creo importante reconocer su trabajo intenso en la promoción de la literatura en la entidad (junto a otras destacadas personas con los mismos intereses) y al mismo tiempo darse la oportunidad de escribir tanto en poesía como en narrativa, pues antes había tenido oportunidad de asistir a la presentación de su primer libro de cuentos llamado De peatones y otras plagas, también en este 2024, pero en el mes de septiembre. Deseo que continúe su andar por las letras desde donde se encuentre.
Sobre Alejandro Barrón
Finalmente, justo el día de ayer, viernes 22 de noviembre, pude estar presente en la presentación de Estos son tiempos muy malos, del narrador, poeta y editor nayarita Alejandro Barrón, quien, en compañía de Rocío López y Esteban Monroy, hablaron de la obra compuesta por lo que el propio autor definió como “veintisiete microrrelatos y una despedida”.
De Alejandro (1987), sé que habita en el llamado País Vasco (al norte de España) desde hace algunos años y que antes vivió un tiempo en la capital del país. Este autor, a quien recién conocí ayer en persona, pero con quien ya había tenido el gusto de compartir algunos mensajes a través de las redes sociales a propósito de la influencia del maestro y cuentista Guillermo Samperio, es quien tiene un mayor recorrido por la literatura, habiendo publicado desde el año 2014 el plaquette de microrrelatos Patrañas. Es necesario reconocer que Alejandro Barrón es un escritor con más recorrido y experiencia, que se encuentra ya en una etapa diferente en la creación literaria, que con derecho propio y a base de esfuerzo y sacrificios durante varios años hoy llama la atención de otros autores que reconocen su inventiva, tal como el maestro Octavio Campa Bonilla quien estuvo entre los asistentes de ayer en el edificio del Museo Regional de Nayarit, quien le dedicó unas bonitas palabras al aconsejarle que por favor no abandone esta actividad, pese a los derroteros que siga su vida, porque lo hace muy bien.
Justo tengo en mis manos el libro de Barrón y recién acabo de releer una vez más su texto “El arrepentimiento”…compruebo con beneplácito que, a diferencia del protagonista de ese microrrelato, ni Alejandro, ni Luis, ni Víctor, se arrepienten de lo que están haciendo, sino que siguen su camino para escudriñar nuevas y desafiantes posibilidades…les deseo mucho éxito a los tres.
