Libros en movimiento: la maleta viajera

Pubicado enDeja un comentarioCategoríasEducación

Les cuento con mucha emoción que, de abril a julio, desde mi función como asesor de lenguaje oral y escrito, estuve muy al pendiente de un proyecto lector que diseñamos para escuelas primarias de la zona escolar 01, adscritas a la Secretaría de Educación en Nayarit: la Maleta Viajera.

Esta maleta, equipada con catálogos, bitácoras y poco más de 100 títulos en esa primera etapa, viajó de escuela en escuela (13 en total). Había un protocolo: permanecía una semana en cada plantel y se recibía con actividades sencillas, como una bienvenida para despertar la curiosidad, exploración libre de los libros, registros en la bitácora y, antes de despedirse, un cierre donde los estudiantes compartían sus lecturas preferidas. Incluso había un gesto simbólico y poderoso: escribir una carta a la siguiente escuela, como si se pasara un relevo lleno de entusiasmo.

En estas primeras semanas del nuevo ciclo escolar he analizado los resultados del proyecto. La Maleta Viajera regresó, sí, pero no intacta ni reluciente, sino con cicatrices: esquinas rotas, raspaduras, señales claras de que estuvo en movimiento. Lo mismo que algunos de sus libros, desgastados, con portadas que luchan por mantenerse o que definitivamente desaparecieron. Y eso, lejos de entristecernos, nos alegra. Porque si hubiera vuelto impecable, significaría que nunca salió, que permaneció guardada en un rincón.

Este proyecto nació con un propósito muy sencillo y a la vez profundo: promover el gusto por la lectura. Lo hicimos seleccionando títulos de la biblioteca escolar y de Libros del Rincón, añadiendo sugerencias de actividades pensadas para despertar la imaginación, mejorar la comprensión y sembrar el hábito lector en los niños.

La maleta volvió con cartas escritas por los niños, diarios con impresiones de los maestros, fotografías de momentos entrañables, ejercicios lúdicos que surgieron alrededor de los libros y ejemplares gastados por tantas manos curiosas, prueba clara de que fueron leídos y releídos.

Todo esto nos da una certeza: la Maleta Viajera gustó, funcionó y despertó algo en los niños. Y por eso mismo, la idea es retomarla con más fuerza. Que siga rodando de escuela en escuela, con nuevas historias y más actividades, para que cada golpe, cada rasguño en su superficie, sea testimonio de un nuevo encuentro con la lectura.


Deja tu comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.