Después de abandonar este espacio durante poco más de dos meses, debido a algo más importante, como fue el nacimiento de mi segunda hija, vuelvo aquí disculpándome con las y los lectores. Lectores reales o imaginarios, ya no lo sé, porque mientras mi esposa y yo hacíamos lo necesario para adaptarnos a una nueva vida, la empresa que me brinda el hosting me hizo una jugada con las estadísticas y otros detalles, como retirar el certificado SSL de la página. Lo bueno que mi hermano y yo «estamos trabajando» en ello (él es el bueno).
El caso es que, además de lo anterior, el pretexto perfecto para tomarme unos minutos y teclear de nuevo, es contarles otras dos novedades. La primera, que fui uno de los afortunados merecedores de una de las dos convocatorias para publicar un nuevo libro, lo cual aún hoy me tiene muy contento y entusiasmado (de hecho sobre esas posibilidades de publicar fue el último posteo que hice antes de este justificado «abandono», en diciembre del año pasado). Se trata de la convocatoria «Voces Nayarit», donde el comité dictaminador emitió el fallo a favor de dos obras, una de la investigadora nayarita Lourdes Pachecho Ladrón de Guevara y la segunda de su servidor. En cuanto se realice la presentación oficial les estaré contando todos los detalles, porque se me ocurren algunas ideas que les pueden interesar… luego les explicaré.
La segunda novedad es que los últimos días de febrero tuve el placer de visitar los municipios de Bahía de Banderas y Compostela, en mi lindo Nayarit, para participar en dos actividades, una académica y otra cultural. La académica como parte de un Congreso Educativo en la Universidad Tecnológica de Bahía de Banderas, UTBB, donde me invitaron a moderar una sala de diálogo entre el maestro Sady Arturo Loaiza Escalona (director de Desarrollo e Innovación de Materiales Educativos, DGME, SEP) y docentes de educación básica, educación media y educación superior, en distintas modalidades. Vale la pena mencionar que en la UTBB, donde el rector es el maestro Isaak Rivera, se contó con la presencia de reconocidos investigadores e investigadoras como la dra. Frida Díaz Barriga Arceo, el dr. Roberto Isidro Pulido Ochoa, dra. Patricia de Guadalupe Mar Velasco, dr. Luis Roberto Domínguez Aguirre, dr. Victor Manuel Caataños y Rodrigo Castillo. Todo lo que se haga por descentralizar los espacios para reflexionar sobre educación son buenos, así como exigimos que no solo se desarrollen en la CDMX, sino en todo el país…a nivel estatal hay que procurar que no solo tengan lugar en Tepic, sino en todos los municipios. En lo personal, al igual que las lindas personas con quienes conviví, me llevé una grata impresión de la organización del evento que, por cierto, fue realizado en el único hotel escuela de América latina, el hotel Gran Nayar. Magnífico.
Días después, ocurrió la actividad cultural en una visita a Compostela, específicamente en el hermoso pueblo de Chacala, a donde fui invitado a formar parte del festival TeLAr (Teatro, Literatura y Arte) presentando el libro «Fantasías ordinarias». Ahí pude apreciar los proyectos que las niñas y niños de la escuela «El jardín Montessori, Chacala» (escuela sin fines de lucro) elaboraron a propósito de la temática, como libros artesanales o revistas digitales, bajo la guía de sus docentes y autoridades escolares. También charlé con autores de libros, quienes presentaron sus obras en distintas temáticas (como Daniela Robles y Félix Castellón de México y David Biviano y Teena, de EUA). Disfruté de cuenta cuentos, aprecié una mini galería de arte a cargo de los propios alumnos y alumnas, e igualmente me impresioné al ver cómo se rescata la historia de la comunidad a través de un conversatorio con personajes destacados, quienes viven ahí desde hace 40, 50, 60 y hasta 70 años. Si me vuelven a invitar voy con gusto.
Eso es lo que les quería contar para retomar este espacio. Primero Dios, vuelvo pronto.















